«Nadie llegó a la cumbre acompañado por el miedo».
Publio Siro.
Origen y Causas
¿Recuerdas la primera vez que sentiste miedo? Seguramente serías un bebé y no serás capaz de recordarlo y es que está en nosotros desde que hacemos, como ocurre también en el resto de animales.
Remontémonos al principio, su origen lo encontramos en la amígdala que es una parte súper importante del cerebro y la responsable de nuestras emociones. Y aunque es innato, ciertos esstudios cientificos han puesto de manifiesto que no todas las personas somos igual de miedosas.
Utilidad del miedo
¿Por qué tenemos miedo? Cada una de las emociones que sentimos los seres humanos se dan “por” y “para” algo, es decir tienen un objetivo, una finalidad y por tanto, son útiles para nosotros y nuestra supervivencia.
En el caso del miedo está bastante clara su utilidad y es que una vez que se activa, nos movilizamos de cara a buscar soluciones y una posible salida.
Miedos más comunes
Por un lado podemos hablar de miedos primarios que son esos miedos comunes, casi universales a la mayoría y existenciales y por otro lado los miedos secundarios que pueden ser las fobias que podemos desarrollar en cualquier momento de nuestra vida.
Por ello, este apartado podría extenderse muchísimo ya que en realidad cualquier estímulo puede convertirse en el desencadenante de un miedo. Así que aquí vamos a ver los más comunes, habituales y los más incapacitante para nosotros.
- Miedo a la muerte. Cuando venimos a este mundo, algo que es inevitable y que sabemos seguro sí o sí es que en algún momento, ya sea antes o más tarde, la muerte nos va a acontecer. Pues aún sabiendo esto, todavía hoy estamos muy lejos de aceptar la muerte como tal, asimilarla y que no nos produzca miedo. Al contrario, el miedo a la muerte lo pongo el primero de los más comunes, porque es abrumador la cantidad de personas que lo padecen. Y es que no saber lo que sentiremos y experimentaremos llegado el momento, o lo que pueda existir tras ella es uno de los misterios más inquietantes e inexplicables de nuestra existencia.
- Miedo a la enfermedad. En relación estrecha con el miedo a la muerte, es bastante habitual también padecer el miedo a la enfermedad, en concreto a enfermedades que la persona considere graves, raras o incapacitantes y que necesiten de duros y largos tratamientos.
- Miedo a la soledad Es más habitual de lo que podamos creer y una de las causas que lleva a muchas personas a solicitar la ayuda de un psicólogo por determinar las decisiones que toma en su día a día.
- Miedo al cambio. También es muy común sentir miedo ante un cambio importante que pueda acontecer (de trabajo, de residencia, de pareja…)
Porque salir de lo conocido, de lo cómodo, de la zona de confort, probar, arriesgar, intentar sin tener nada seguro y sin tener la certeza o la seguridad de lo que pueda pasar, suele asustar y desencadenar mucho miedo en la persona y es una de las causas de estancamiento.
- Fobia específica. Miedo muy intenso y poco racional ante un animal, objeto, o situación que en su día nos activó como consecuencia de una vivencia traumática e inesperada, provocando una respuesta desajustada y que incluso lo podríamos denominar terror.
Estas fobias muchas veces no se trabajan en las consultas de psicología con un terapeuta profesional porque no llegan a incapacitar en exceso la calidad de vida del sujeto y la persona se acostumbra a convivir con ellas.
Son bastante habituales las fobias a las arañas, a los ratones, a las tormentas, a los ascensores, a volar, a las serpientes, espacios cerrados, a los perros, a la oscuridad…
- Fobia social. Miedo intenso a las situaciones que necesiten de una interacción social, como puede ser el miedo a hablar en publico, a hablar por teléfono… Esta fobia sí se trabaja en consulta bastante más ya que suele afectar más al funcionamiento correcto de la persona.
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