Ventura es un simpático duendecillo que ha venido del planeta de la felicidad para quedarse con todas y todos nosotros. Es otro más de nuestro voluntariado, pero con un don que le hace muy especial, que tiene tanto amor para repartir que le convierte en nuestro voluntario más solicitado.
Su cabeza de color naranja, representa el pensamiento positivo, la alegría, el optimismo, la energía y, sobre todo, la juventud de aquel que tiene toda una vida por delante que ofrecer. Su amplia sonrisa representa la sinceridad, la confianza, la cercanía y el buen humor con el que acude todos los días del año a su puesto de trabajo.
Sus alas rojas en forma de corazón representan la energía espiritual que nos transmite para que en los momentos más difíciles sepamos levantarnos y encarar todos aquellos objetivos que nos propongamos, nos indica permanentemente el camino a seguir. También el color rojo representa el ánimo, la fortaleza y el espíritu con el que debemos afrontar el día a día.
Esas largas piernecillas de color azul impulsándose hacia arriba representan el movimiento, la rapidez y la predisposición de estar siempre solícito y dispuesto para todo aquel o aquella que lo necesite.